Mercedes Merino, alumna de cfgm peluquería y c.c., en Malta

Esta experiencia no empieza cuando pisas el país de destino, realmente empieza cuando entregas los documentos y te preparas para hacer las pruebas, yo personalmente tenía mucho miedo de estas ya que no sabía nada y llevaba muchísimos años sin dar idiomas. Tras pasar todas las pruebas y ver mi DNI en el tablón de anuncios del instituto mis nervios aumentaron ya que me di cuenta de que me iría tres meses a un país extranjero y tenía que preparar muchas cosas. En mi caso hubo algunos inconvenientes ya que quería que mi destino fuese Irlanda, pero por diversos problemas tuve que cambiar el destino. Estuve pensando si ir a Polonia o a Malta pero por la barrera del idioma en Polonia finalmente decidí irme a Malta. Quiero decir que los días previos al viaje todo fue una incertidumbre porque no sabíamos dónde viviríamos ni con quienes, todo esto se resolvió un día antes de irnos.

Una vez llegamos al destino nos recogió Lucía y nos llevó a cada uno a nuestro piso, donde conocimos a otros estudiantes de Palma de Mallorca. Mi alojamiento era una pasada, un piso nuevo con muebles nuevos y todo recién comprado, pero por problemas con mis compañeros tuve que mudarme el último mes a un piso con otros estudiantes. En las prácticas todo fue genial, al principio un poco asustada como es normal, pero con el tiempo mis compañeras y yo nos cogimos mucho cariño, tanto que celebramos cumpleaños juntas, salimos de fiesta, nos íbamos a la la playa a pasar el día y cada vez que tenía un problema ellas se ofrecían a ayudarme.

En cuanto al país, Malta es un sitio conocido por sus playas y su buen clima, pero dio la casualidad de que este año el calor se atrasó y tardamos más en poder ir a la playa, igualmente lo supe aprovechar. Al principio de estar allí vivía en una zona residencial muy tranquila, aunque tenía que pasar por la “cuesta de St. Julians” todos los días para ir a la peluquería mis piernas agradecieron el ejercicio. El último mes me mudé a Paceville, el centro de todas las fiestas de Malta y el turismo, allí conocí a muchos extranjeros que me enseñaron un poquito de sus culturas.

Aunque he pasado malos momentos me llevo las buenas experiencias, la gente que he conocido, los sitios que he visitado y por supuesto mis compañeras de la peluquería, las echaré muchísimo de menos.