Pablo Borrego, cfgm act. comerciales, movilidad en Rouen (Francia)

En un principio estaba algo nervioso, nunca había salido de España y tampoco había cogido un avión. Las primeras semanas fueron algo aburridas; desonocía por completo el idioma, la ciudad, mis compañeros de piso… Pero poco a poco fue cambiando. Una vez comencé mis prácticas empecé a esforzarme con el idioma. Gracias a mi “tutora” en Rouen (Francia), Jennifer,  conocí a dos estudiantes más que también estaban de Erasmus, y a partir de ahí fue todo mucho mejor. ¡Ya tenía con quien relacionarme en este nuevo país!.

En las empresas en las que estuve en prácticas (fueron dos concretamente) me trataron desde el primer momento como un empleado más, dándome libertad y confianza para realizar las tareas que a diario me encomendaban y ayudándome en todo lo posible. El idioma cada vez me era más fácil de comprender y los fines de semana, al salir por la ciudad, lo intentaba poner en práctica el máximo tiempo posible.

Gracias a grupos de facebook, conocimos a muchos estudiantes de otros países, también de Erasmus en la ciudad. La verdad que es reconfortante conocer a tanta gente, tantas historias, culturas, idiomas… Después de un mes y medio en Rouen, ya tenía muchos planes para elegir en el fin de semana, o en mis días libres. Aunque echaba de menos a mis familiares y conocidos en España, sentía que me iba de allí en el mejor momento, ya que dominaba más o menos el idioma, conocía mucha gente que continuarán hasta julio ( en la universidad)…

Fue triste abandonar la ciudad, pero muy divertido y una experiencia única que espero volver a tener en la vida si continúo con mis estudios. Ahora, solo me queda decir que os animo a participar en la experiencia Erasmus+  y que disfrutéis tanto como yo.